lunes, 7 de abril de 2014

Entorno Profesional

   Después de nombrar mi casa como "la casa que esconde" y tras la realización de los patrones  he sido capaz de entender que no solo pretende guardar, sino que pretendo una excitación de todos los sentidos. Un cambio radical entre la casa y el exterior. No solo trata de guardar objetos y contar historias, sino de crear ambientes, entornos de vivencia emotivos, intelectuales,... por lo que la he llamado PAUSEHOUSE. El lugar donde se para lo anterior y comienza el nuevo ambiente.
 Buscando mi entorno profesional se me han cruzado muchos en el camino. Desde escaparatismo hasta instalaciones sensoriales. Pero aparte de estos entornos también estoy buscando algún tipo de relación con nuestra sociedad actual, con un perfil de persona para mi casa. Por tanto se me abren dos temas relacionados con la función. Por un lado quién va a habitar la casa y por otro cómo va a vivir el lugar. 
Con respecto al primero encontré recientemente un texto titulado "La habitación de los adolescentes " de Carles feixa, Profesor de antropología e historia de la juventud en la Universidad de Leida. Es doctor por la Universidad de Barcelona y Honoris Causa por la Manizales (Colombia). Está especializado en el estudio de las culturas juveniles.  Es autor de varios libros, por lo que estos son los medios por los que se comunica. He contactado con él con la intención de mantener una conversación de lo que todo adolescente desea en su habitación actualmente. El habla de la evolución de estas habitaciones a lo largo de la historia y de como van mutando.
He contactado con él ya que la situación que desarrolla en su texto es muy similar a la que yo estoy tratando. Le envié un email y me ha contestado amablemente para hablar más del tema. Pronto publicare nuestras conversaciones. 

El mismo autor tambien hace referencia a otros autores como Helen Wulff de la que pone una cita:  "Parte de la cultura de las chicas tiene su base en el dormitorio. Es el lugar para los sueños narcisistas, para experimentar con el vestido, los cosméticos y los nuevos bailes. A veces quieren estar solas, otras veces con amigas, y también los grupos mixtos se encuentran en la habitación de alguna de ellas… Por otra parte, sospecho que en los dormitorios de los chicos tienen lugar actividades semejantes” (Wulff, 1988: 166-167)

    Feixa nos muestra a través de sus trabajos cómo los jóvenes crean unas nuevas formas de vivencia temporal y gracias a ello hacen posible la construcción de sus identidades y diferencias para, de este modo, dotar de sentido a su era.

    Tras leerme su texto fui directamente a buscar a algún adolescente que pudiese vivir de esta manera. Esta vez de una forma más cercana. Inroduciendome en su espacio y hablando con ella. Se trata de una joven de 17 años que hace de su habitación su casa. En ella tiene sus objetos más preciosos y le encanta mirarlos. Tiene las puertas de su armario abiertas de par en par para ver su ropa, con las perchas perfectamente ordenadas y similares, el espejo de cuerpo entero, una cómoda donde gurda su maquillaje y sus accesorios, las paredes forradas con posters e imágenes, su cama, sus sabanas, su calefactor,…
 Charlando con ella le hice varias preguntas. En primer lugar le pregunte por el suelo: estaba formado por baldosas de gres y le pregunte si eso le gustaba. Como podemos imaginar me dijo que no, que era horrible y que le gustaría que fuese de algún material más calido como madera o alguna alfombra. También le pregunte si le gustaría tener la ropa por la habitación colgada, y me dijo que sí, pero siempre de alguna forma ordenada. Lleva viviendo su habitación  de esta forma un par de años. No lo piensa, solo actua. Volveré a conversar con ella para definir aspectos de la estructura.


    Por último he contactado con un estudio de arquitectura: takk-architecture. Trabajan con las sensaciones y los espacios. Está formado por dos arquitectos llamados Mireia Luzárraga (Madrid 1981) y Alejandro Muiño (Barcelona 1982):  “ este estudio centra sus objetivos en la exploración de procesos de subjetivación contemporáneos, la renovación de la experiencia estética o la creación de narrativas mágicas, como técnicas que permitan a la creatividad cotidiana liderar la construcción de sociedades más democráticas”

    Los he llegado a conocer por su primera obra The walls are coming Down, que ganó el premio FAD de opinión en Intervenciones Efímeras. Se trata de una instalación de carácter sensorial. He contactado con ellos pidiéndoles más información sobre este trabajo y consultando alguna duda sobre materiales que me puedan ayudar a crear estas sensaciones de las que hablo. Iré publicando más información al respecto. 


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