·PAUSE HOUSE·
“La casa en la
vida del hombre suplanta contingencias, multiplica sus consejos de continuidad.
Sin ella el hombre sería un ser disperso. Lo sostiene a través de las tormentas
del cielo y las tormentas de la tierra. Es cuerpo y alma.” Gaston
Bachelard
[INTRO]
Todos o casi todos habitamos
una casa. Se podría decir que es el lugar donde se nace y es el escenario de
nuestra vida. La casa se entiende como lugar de confianza donde permanecemos a
salvo de la intemperie y nos atrae hacia ella como un centro, donde el ser
humano tiende a sustraerse hacia sí mismo, lo deja bajo cobijo, lo alimenta y
lo sostiene. Este ámbito congrega lo más preciado para las personas, sus
familias, su intimidad, sus recuerdos, sus sueños,… Cuando este espacio se le
da al ser humano le permite morar, recordar, vivir: hacer casa. En tal sentido la casa y el ser humano se afirman como
dualidad. De ahí que la arquitectura de la casa no pueda separarse del
cuerpo humano pues se concibe como una extensión del propio cuerpo.
Además la casa actúa como intermediario
entre la persona humano y la ciudad exterior. Promueve un imaginario de
identidad en el que el individuo se
reconoce, por eso es un lugar defendido y amado.
Mi investigación tiene como objetivo
preguntar por estos lugares del vivir, por las formas y modos de habitar. Es
importante hacer hincapié no solo el sentido utilitario de la casa, sino la capacidad de crear una identidad propia
en este espacio, donde el habitante y su morada se identifican.
Podría ser la casa pues, un
modo de expresión artística en la que el ocupante se expone a sí mismo y
muestra lo que fue, lo que es y lo que querría ser. Se entiende en este caso la
casa como coja de almacenaje vacía, donde cada habitante la rellena o decora
con sus propias cosas. Esto es algo de lo que ya hablaba Le Corbusier en EL
pabellón de L’Esprit Nouveau donde busco un espacio para descubrir al habitante
moderno y a la nueva forma de vida, que por aquel entonces era moderno. Fue la
necesidad de encontrar un espacio donde se tradujese la representatividad del
espacio domestico burgués a la funcionalidad del espacio creado para el
ciudadano mínimo. Nosotros nos encontramos en una situación que parece similar.
Es algo que genera debate, pero todos conocemos las grandes urbanizaciones que
fueron creadas antes de Boom inmobiliario que hemos sufrido en España. Se
entendía que todos necesitábamos vivir el sueño americano, pero de una manera
más o menos admisible. Nos centramos en la creación de grandes urbanizaciones
donde disponer del espacio necesario para desarrollar todo tipo de actividades
lúdico - deportivas - sociales. Es este un punto de similitud con el
planteamiento le Corbusiano, donde se crea un espacio dedicado al nuevo
ciudadano, que vive en sociedad y que posee un espacio donde recrearse. Por el
contrario se tiende a la homogeneización. Todas las casas son iguales y el
ciudadano no puede identificarse con ninguna de ellas. En el caso de Le
Corbusier se produce una revolución: la valoración individual de las cosas que
un hombre pretende encontrar en su casa, aquello que le toca personalmente, lo
que ve cuando ya no está sometido a un trabajo, sus gustos, su concepto, la
invención libre del espíritu,…
El tema del que hablamos no es algo
nuevo, es algo que se ha ido produciendo en los cambios sociales. Tiene que ver
con los procesos regenerativos que surgen en las personas relacionados con los
cambios de mentalidad de las nuevas sociedades.
No todos nos relacionamos con nuestra
casa de la misma manera. De este modo,
la casa parece describir nuestra historia pequeña y particular en contraste con
la historia de la humanidad y sus grandes protagonistas. La creación y la
persistencia de este espacio en sus diferentes formas y a lo largo del tiempo
nos revelan el carácter esencial que ocupa en la actividad humana, y por ello
varía con las civilizaciones, las sociedades o las variables de poder.
Martin Heidegger nos dice
que “el hombre es en la medida que habita” [Martin Heidegger. “Construir,
habitar, pensar”, en Conferencias y artículos. Barcelona: Serbal, 1994,
p. 109]. ÉL hace referencia a que habitar es la manera de unir dos mundos: el
humano y el divino, por lo que existirán tantos modos de habitar como personas
existen, ya que esta relación entre lo humano y lo divino debe ser personal,
por lo que entiendo la casa como el espacio donde el ser humano es capaz de
acumular tanto el pasado como el presente y el futuro. Encontramos un
componente temporal, donde acumula recuerdos y objetos del pasado, vive el
presente y planea el futuro. La casa se muestra como lo que el hombre quiera
ser. Por lo tanto no podemos definir ningún espacio como la casa del ciudadano
actual, no podemos generalizar de esa manera ya que todos los componentes son
variables.
La casa, el recipiente que
se nos da para ser rellenado, no es el fin concreto de este estudio, sino, más
allá de eso, el proceso por el cual las casas son personalizadas y consiguen
contar historias en sí mismas. Virginia
Woolf escribió A Room of One’s Own ( Una habitación propia) en 1929. Ella reflexiona sobre la necesidad por parte
de las mujeres de tener un espacio privado, no compartido, en el que poder
construir una identidad personal autónoma e independiente de todas sus
relaciones exteriores. No respondía tanto a necesidades materiales como a la
necesidad de dotar de ritos y espacios al imaginario femenino de la época. Es pues la necesidad del ser humano de
personalizarse la que lleva a todos estos movimientos. Carles Feixa en su artículo
titulado “la habitación de los adolescentes” habla de la habitación propia de
Woolf relacionada con las habitaciones de los adolescentes en los años 60. Es un proceso el que lleva a la creación de
estos lugares, una necesidad de intimidad, de identificación del propio
ser. La ciudad a lo largo de la historia
ha ido progresando hacia la vida en el espacio público, la socialización, la globalización.
Otra escritora, Helena Wuulf
hablo de las “culturas de habitación” (1988)
como factor distintivo de las micro culturas juveniles femeninas. Ella
habla más de otra cultura, en la que la mujer se encontraba más recluida en
casa que el hombre y por lo tanto le llevo a socializarse en un espacio
interior de la casa, en su habitación. Son muchos los filósofos, antropólogos y
arquitectos que hablan del tema, por que es un punto de interés a la hora de
desarrollar nuestras viviendas. Hemos de tener en cuenta el modo de mutación
imparable de las personas, y sus modos de personalización.
[DESARROLLO]
Pues bien, mi proyecto se
nutre de todas estas ideas anteriormente citadas para el desarrollo de una
casa, pero entendida no desde el punto de vista de lo domestico, sino entendida
como necesidad. Los objetos serán el material principal en la creación de estos
espacios ya que debido a la fuerte importancia que tienen en la actualidad se
han convertido en una seña de identidad.
Podríamos hacer una clasificación de
estos objetos que todos poseemos y que de alguna manera nos definen según el
grado de necesidad que produzcan en la persona. Beatriz Colomina, en un texto
sobre la casa Eames nos dice que ellos usaron tecnología industrial para crear
un espacio que pudiera satisfacer lo esencial para una vida confortable, pero
que era misión del ocupante hacerlo suyo mediante los elementos efímeros de la
vida ordinaria, que tomarían el control y definirían el espacio. Leyendo esta frase podríamos hacer una
clasificación en los objetos/materiales que formarían la casa. En un primer
plano tenemos los elementos básico, la caja por así llamarla que va a ser
rellenada más tarde. Este objeto se le da al habitante sin ningún fin concreto
y el es quien lo rellena. Haciendo una comparación podríamos decir que es la
estructura que, por ejemplo, tanto los Eames como los arquitectos que
participaron en las CSH, propusieron para esa nueva generación de la
postguerra. Con un ejemplo más actual harían
referencia a las casas de las grandes urbanizaciones que invaden nuestro país.
Surgidas bajo el mismo patrón y que cumplen a la perfección con esta definición
de espacio para habitarlo. En ambos casos se ofrecen todas las necesidades
básicas al habitante.
En otro nivel de Objetos
encontraríamos los necesarios para la vida. El escritor y diseñador Grahan Hill
argumenta que el hecho de disponer un número menor de objetos puede ayudar
tanto al nivel económico como al nivel de felicidad del usuario. Pone ejemplos
como la tranquilidad que se siente en un hotel disponiendo de los objetos
necesarios mínimos. Estos objetos de los que habla él son los mínimos
necesarios, como podrían ser la ropa, los complementos del hogar, todos los
objetos que nos rodean y que rellenan nuestra casa cumpliendo con alguna
necesidad específica. La ropa es necesaria para vestir, el vaso para beber, el
colchón para dormir,…
Por ultimo podríamos
encontrar todo lo aparentemente innecesario. Aquí se encuentran aquellos
objetos que hablan de la persona, que cuentan historias. Son los objetos que
recuerdan el pasado, viven en el presente, y perdurarán en el futuro. También
entran en este campo no solo los objetos sino algunas sensaciones que se buscan
mediante una canción, un ambientador,…. Son diversas formas de activar nuestros
sentidos para hacernos reflexionar. . Hace algún tiempo leí sobre la exposición Atlas, ¿Cómo llevar el
mundo a cuestas? Del Reina Sofía (2010) Esta exposición consistía en
un conjunto de imágenes que pretendían hacer una relectura del mundo. Lo que me
interesa de esto es que se buscaba la reflexión del usuario para buscar sentido
al orden de las imágenes. Son este tipo de objetos los que forman parte de la
exposición y es en alguna medida lo que pretendo encontrar en mi casa. Serán éstos y el orden en el que estén
distribuidos los que cuenten mi historia.
Reflexionando
sobre el tema de los objetos llego hasta mí alguna información sobre el
movimiento okupa. Estas personas se apropian de los objetos que he denominado
como básicos, es decir, la estructura y lo rellenando con el resto de objetos
suyos propios. Su forma de vida se
basa en aprovechar lo que la ciudad le puede ofrecer y en estos espacios
desarrollan dos actividades fundamentales. Tienen lo que podríamos llamar
célula habitacional: su cama, su ropa, sus productos de aseo, comida,... En su
caso disponen estrictamente de lo necesario y con la condición de que se pueda transportar sin problema, ya
que no residen durante mucho tiempo en el mismo espacio.
Ellos sin embargo
habitan lugares céntricos en las ciudades, interesantes. Debido a la sociedad
de la globalización esto es algo necesario actualmente. Las personas disponen
de un ritmo de vida frenético y es un factor importante para el desarrollo de
la casa. En este caso hablamos de la localización. La casa como lugar de
reflexión no es algo de lo que el usuario solo pueda ser capaz de acceder en
determinadas situaciones, sino que debe de estar al alcance casi instantáneo a
lo largo de la jornada del residente. A todos nos gustaría disponer de un lugar
de intimidad y relajación en medio del caos que suponen nuestras jornadas.
Teniendo esto como punto de referencia la localización es un punto fundamental
a la hora de definirla. Ha de encontrarse en un lugar de fácil acceso, debido a
que la persona q va a residir necesita de la ciudad, no dispone de todo aquello
que la ciudad ofrece. Es por esto que la casa necesita estar situada en una
gran ciudad, porque en sí misma no es nada, solo la vida de una persona. En una
atmosfera de sensaciones para el ocupante. Son todo aquello que él quiere que
sea. Y por lo tanto no es nada en sí misma si no dispone de otros órganos que
la hagan funcionar. La vida exterior de la casa es tan importante como la vida
interior, sin esta no podría existir.
[CONCLU.]
La
casa pues, viene definida tanto por todo lo que la forma, lo que contiene como lo que la hace posible.
En este caso la forma de la casa vendrá definida por la función que busca
realizar. Forma parte de la vida real de los ciudadanos, no se encuentra aparta
de ellos. No obstante no debemos perder la mirada de que la casa sigue siendo
-en la expresión estética- un espejo en cual mirarnos, aunque nos devuelva una
imagen distorsionada: la casa en la dispersión de sus fragmentos.
[No se ha hecho referencia al proyecto en sí, pero irá apareciendo a lo largo de todo el texto junto con las imágenes]