Todos
conocemos tu secreto.
Esas
cosas se notan. Hay situaciones donde lo único que se te ocurre hacer es
“esperar y ver”, pero tú no eres así. Nunca harías eso. No te resistes a la
tentación de participar en todo lo que pase. Este cambio de era te está sentando bien. Te
pasas el día fuera, en la calle. Conoces a toda la ciudad. Eres el prototipo de
superheroína contemporánea.
Mi
oferta.
María,
hace poco leí este texto de Silo, un Humanista Universalista:
“Me
es insuficiente la definición del hombre por su sociabilidad ya que
esto
no hace a la distinción con numerosas especies; tampoco su fuerza de trabajo es
lo
característico,
cotejada con la de animales más poderosos; ni siquiera el lenguaje lo
define
en su esencia, porque sabemos de códigos y formas de comunicación entre
diversos
animales. En cambio, al encontrarse cada nuevo ser humano con un mundo
modificado
por otros y ser constituido por ese mundo intencionado, descubro su
capacidad de acumulación e
incorporación a lo temporal, descubro su dimensión
histórico-social,
no simplemente social.”
Sé de sobra que te relacionas
bien con las personas, que cualquiera te aceptaría en su casa para realizar las
actividades cotidianas. Te conozco y afirmo que yo misma te cedo mi hogar. Así
que no es eso lo que necesitas. Te propongo algo más allá. Como dice Silo a la
persona se le reconoce por su capacidad de acumulación. María, si te pasas el día fuera de casa, ¿no es eso lo que necesitas? ¿Qué es una casa sino el lugar donde están tus cosas?
Dice Beatriz Colomina sobre los
Eames: “Utilizaban “tecnología industrial para
proveer… un recinto “no consciente de sí mismo” que pudiera satisfacer lo
esencial para una vida cotidiana confortable. El ocupante podría entonces
transformar esa estructura en un pronunciamiento personal, llenándola con
accesorios de su propia vida. Todos los elementos efímeros de la vida ordinaria
tomarían así el control y definirían el espacio.”
La ciudad es tu vida, pero.. ¿y
tus objetos? Un almacén - observatorio es lo que necesitas. El sitio donde van
a reposar todos tus accesorios, desde el cepillo de dientes hasta aquel papel
que te encontraste el suelo y te recuerda a aquella ciudad…Todos estos objetos
hablan de ti y observarlos te ayuda a conocerte y a recuperar tu esencia.
Podrás acceder a tu casa cuando
la necesites, te lo garantizo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario