lunes, 31 de marzo de 2014

THE LAIR

La búsqueda de un nombre puede suponer una limitación importante del ámbito que éste puede abarcar. Es por eso que buscamos un verbo, no un nombre propio, para que ese verbo cuente la historia que ha llevado a la casa a ser como es, y que la hacer latir.

Sin duda el caldo de cultivo de la casa es la ciudad, los ciudadanos, su contexto. Sin embargo, no podemos olvidar la intimidad que la casa encierra.

Con el último componente que he añadido a la casa, la lana virgen en el reposacabezas del banco, esta intimidad se une con la ciudad en el exterior de la casa, brindando a todos la oportunidad de sentir y compartir la sensación que sólo María (e invitados) puede disfrutar en el interior.

Se trata de una casa sin ciudad, en mitad de la ciudad.

Es un ente vivo, que cambia según quién lo habite. Sobrevive gracias a su cercanía a la ciudad. 

Poniendo un ojo en el exterior, hay que tener en cuenta la influencia de todos los usuarios que no elejimos, los caminantes, compradores y trabajadores. ¿Qué lleva a esas personas a sentarse ahí? ¿irían sólo a la calle por sentarse en el banco? quizás al principio, por el interés de la instalación, pero no duraría mucho, aunque sin duda sí que elegirían este asiento frente a los demás. 
Para comprender la clase de gente que influye en el nombre de la casa, tendré en cuenta que:
1. Oxford street es una de las calles más concurridas de Londres, principalmente por las tiendas, bares y restaurantes. Turistas y algún londiner perdido. Corriendo, aglutinandose, comprando. 
2. Por otro lado, cerca de la ubicación de la casa está el Soho, centro del ocio londinense, no sólo turísitico, por lo que alguien nativo de la capital podría acabar en la instalación. Quizá se acercaría a ella para descansar de la gente, o para estar con otra persona sin interrupciones, para hablar por telefóno o estar sentado en un lugar agradable.
3. Más gente que podría rondar la casa son los trabajadores de todas estas tiendas, o quien vive y trabaja en las partes altas de los edificios. Por ejemplo, como se puede ver en esta web, el edificio de oficinas que queda justo detrás de la casa, el Centre Point, busca renovarse, y la casa-instalación podría ser una pieza de este puzzle.

Así pues, la casa será un lugar de reunión, de espera, de descanso y de relajación, un lugar de encuentro donde encontrar la intimidad (auditiva y con suerte mental) entre tanto bullicio. Cubre una necesidad a la vez que proporciona una experiencia.



Estas palabras que describen las actividades y sobretodo sensaciones que ocurren tanto en el interior con el exterior son los verbos de acción que mantienen la casa a flote entre tanto caos.

Todas estas acciones deben dar nombre al proyecto a la vez que marcar su dirección y dar identidad al lugar y a la gente que se sentirá identificada con él.
Me gusta junto a todas estas palabras la palabra nómada, pues ilustra bien a toda esta gente, e incluso la condición independiente de la casa. Independiente del suelo pero no de lo que pasa en él. La condición de guarida es muy interesante también, aúna muchas de las sensaciones.
Juntas, "la guarida nómada" habla de tantas cosas como en el proyecto se intuyen.
La necesidad, la búsqueda de lo sencillo dentro de lo complejo, la experiencia, el sistema, el vacío y el disfrute. Las idas y venidas. Incluso la lluvia.

nómada

  1. adj. y com. Que se desplaza de un sitio a otro,sin residencia permanente:
    tribu nómada.

guarida

  1. f. Cueva o lugar donde se recogen y guarecen los animales:
    el lobo huyó hasta su guarida.
  2. Refugio, lugar oculto al que se acude para huir de peligro:
    la policía les hizo salir de su guarida.
  3. Lugar donde se acude con frecuencia. Suele tener sent. desp.:
    el comando terrorista tenía varias guaridas en la ciudad.
Teniendo en cuenta mi entorno anglosajón, la casa acaba llamándose "NOMADIC LAIR". Hay diferentes maneras de decir "guarida" en inglés, la más común es "den", sin embargo se refiere más al componente de cueva o cuchitril, que lair, que es mucho más elegante y habla de la frecuencia y el cobijo.
Es nómada quien se desplaza y vive en diferentes sitios, la gente está de paso, la casa es móvil, María lo es, sin embargo en la casa queda la esencia de ella, es el lugar a donde siempre vuelve, su condición de nómada se encuentra con la intimidad en el cobijo de su hogar, en su guarida. 




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