viernes, 14 de febrero de 2014

Requerimientos

Querida María.

Si bien no están claros todos los puntos a tener en cuenta para tu nuevo hogar, esto es algo que está claro, será un hogar, entendiéndolo como un lugar de intimidad y descanso, sin límites para lo emocional. Por otra parte contamos con el soporte de la ciudad como background de todo lo que ocurra. Olvidamos el sueño americano como el cliché ingenuo que ya no es útil, pero que sin embargo nos puede ayudar como punto de partida para buscar los componentes de tu nueva casa, véase: en lugar de casa con césped, valla blanca, buzón rojo, te ofrezco casa con ciudad; en lugar de perro con caseta, gatos callejeros y palomas del parque; cambiaremos el coche por el tiket del metro y por unas zapatillas de deporte.

La conexión directa con la ciudad será fundamental pues será el fondo sobre el que todo ocurra. No necesitaremos decoración, los edificios y las puestas de sol lo serán. Obviamos que la mayoría de tus necesidades las encontrarás en la ciudad, como restaurantes, lavanderías, hoteles, incluso garajes donde dejar tus cosas.
Como se da a entender en la Ciudad de Bits de William J. Mitchell, todo lo físico se transformará en bits de información, todo se torna digital excepto el lugar físico del internauta y los lugares de almacenaje, ya que es lo único que el ciberespacio es incapaz de abordar.

Así, con el fin de englobar todo lo que tanto el ciberespacio como la ciudad son incapaces de abordar, tu nuevo hogar contará con un espacio, o varios, para la intimidad, ya sea sola, acompañada, para escuchar el silencio, o escuchar música, leer un libro, y sobretodo pensar, pero no trabajar. El tema del almacenaje parece más sencillo, todo lo que no necesitas inmediatamente se guardará en otro lugar, todo lo que se pueda tener informáticamente estará en el ordenador, y el resto de cosas como libros que quieres tener cerca, objetos a los que tienes afecto, la tarjeta de crédito, el tiket del metro, o tu ropa, estarán a tu alcance. Incluso podemos contar con un hueco debajo del colchón para guardar el dinero a la vieja usanza.

Se trataría de una vivienda mínima, pero no cualquiera que pudiéramos pensar con un catálogo Neufert, no se basará en mediciones antropomórficas ni muebles abatibles, sino en sensaciones de libertad, organización (que lleva paz), emocionalidad… Se trata de la vivienda mínima para el ciudadano emocional, y con recursos para poder contar con los servicios de la ciudad.

Como exponía Peter Zumthor: “Mi objetivo es construir un lugar altamente emocional, poner a cada individuo en un estado de ánimo que lo impulse a escuchar, o a leer, o a sentir”




Moodboard


PORTFOLIO


jueves, 13 de febrero de 2014

Moodboard para María


Moving moodboard


[via]

Corbu, fuente inagotable

Curiosa competición de mano de Reality Cues.
No tiene desperdicio.

Machine for Snorkeling by Elizabeth Kubey

When the New Meets the Old by Paul Chan 

 Sooo Should Have Been a GIF Award: 'Beyonbusier' by Darién Montañez

 Still Can’t Find Corb Award...: "Where’s Le Nude?" by Jason Granado

Sorry, Mr. C by Bill McCullam

[via]

lunes, 10 de febrero de 2014

Workplaces of the Famously Creative










 [via]
"From tiny writing desks to giant painting studios, the only thing all of these creative studios have in common is that they inspired their successful inhabitants to create greatness.”
  • Georgia O’Keefe, Painter
  • Joan Miró, Artist
  • John Lennon, Songwriter
  • Ray Eames, Designer
  • Paul Cézanne, Painter
  • Pablo Picasso, Artist
  • Mark Chagall, Painter
  • Yves Saint Laurent, Fashion Designer
  • Francis Bacon, Painter
  • Jackson Pollock, Painter

Vuelta a la esencia

    Estamos viviendo un cambio de era que estudiaremos cuando ya estemos concienciados. Las máquinas están en nuestro día a día y sin ellas no podemos concebir nuestra vida. 

    Hace poco discutía con algunos amigos la necesidad de que los profesionales de la enseñanza realicen esa tarea por vocación y no por tener asegurado un puesto de trabajo (que ahora mismo ni siquiera tiene esa condición) realizando unos trabajos que no les motivan ni les gustan. De ellos depende un porcentaje del futuro del niño y no son conscientes. 
Esta misma teoría podríamos sacarla del ejemplo y generalizarla. En la actualidad muchas personas se encuentran desenvolviendo un trabajo que le asegura un sueldo al mes con el que poder vivir y disfrutar de su tiempo libre, pero que sin embargo no es aquello que más felices les hace. Separan por completo el trabajo que realizan con su vida fuera de él. Muchos tienen en boca el famoso "cuando me toque la lotería..." que tanto les gusta y les hace soñar. Se encuentran cansados, aburridos y sueñan con dedicarse a lo que realmente les gusta. Su vida teórica (aquello que quieren ser) se encuentra separado de su vida práctica (lo que están siendo).  Aparece la máquina como posible candidato para realizar las tareas que al parecer nadie quiere. También son posibles métodos de distracción y de absorción; la televisión como abstracción total de tu presente, el móvil como candidato a hablar a quien quieras cuando quieras,...

    A lo largo de la historia hemos sufrido abundantes crisis y actualmente estamos viviendo una de ellas. En el pasado cada persona desenvolvía el trabajo que mejor sabía hacer y que otros no podían. Esto le daba la posibilidad de mejorar sus vidas recibiendo bienes, materiales o no, a cambio. El llamado trueque fue la primera forma de comercio y por lo tanto el origen de la economía. Aquí cada persona realizaba aquello que les hacia feliz y a su ver les hacia vivir. Eran realmente lo que tenían que ser.

    Es posible que esta crisis que nos rodea sea debida a la separación de estos aspectos. Si nos paramos a pensar es posible que la crisis de la arquitectura, debida a la burbuja inmobiliaria, se relacione con esto. Se construyeron muchas viviendas con el fin de que todas las personas que se encontraban detrás consiguieran el máximo beneficio. Es un claro ejemplo de separación entre teoría y práctica. Se optó por la construcción sin control (práctica) dejando de lado el sentido de esa construcción (teoría).
En los ejemplos de vidas que vimos el primer día en clase observamos otras formas de esta crisis de la sociedad en la que vivimos. Estamos viviendo un cambio en el concepto de empleo. Debemos buscar aquello que realmente nos haga felices para poder vivir de ello sin anhelar un "más allá" ficticio. Hacer de nuestro trabajo nuestro día a día. 

    Podemos observar en el comportamiento de un niño cómo no entiende el futuro. Para ellos es algo que puede nunca pase. Necesitan jugar YA porque no existe nada después. Vivir el día de mañana es algo que conocemos por repetición, estamos acostumbrados a que pase, pero es cierto que puede llegar el día en el que "el día de mañana" no exista. La esencia de la vida se encuentra en los niños. La sociedad con sus "tienes que..." los corrompe. Ellos no separan la teoría de la practica, no conocen que eso se pueda hacer. 

    En mi ficción María es una persona que conoce el "tienes que" pertenece a este cambio de era que estamos viviendo. Quiere y anhela unir la teoría de su vida con la práctica. Pero aquello que le completa le hace no parar en "casa" durante mucho tiempo. Necesita, al igual que un niño, vivir cada momento y disfrutarlo como si no hubiera mañana. 

    Me posiciono ante una arquitectura que reúna todas las condiciones para ser vivida en su totalidad. Que sea parte de las vidas de las personas que desarrollan las tareas que más les gustan. Hablo de una sociedad "perfecta" centrándome en la persona de María. Me planteo aprender de los niños, que para mí son la esencia de lo humano. 

Ficción

En el futuro, 

todo lo que pueda hacer una máquina, lo hará una máquina.


Como apunta Toyo Ito en sus escritos sobre El pao de las muchachas nómadas de Tokio “El concepto de casa para ella está desperdigado por toda la ciudad y su vida pasa mientras utiliza los fragmentos de espacio urbano en forma de collage”. Este es mi punto de partida para determinar que todas las necesidades de una persona joven como María, se pueden encontrar en toda gran ciudad.

Ya en la casa los electrodomésticos han estado sustituyendo al trabajo manual desde hace unas décadas hasta hoy. En lugar de cocinar en un cazo de barro, se usaba la termomix, y ahora en lugar de eso, se usa el teléfono para reservar en un restaurante. El teléfono móvil, el ordenador, el gps, etc, son los nuevos electrodomésticos, los electrodomésticos de la ciudad, los instrumentos electrónicos que nos sirven para llevar a cabo de forma más sencilla y cómoda nuestras tareas del hogar, hogar que ahora es la ciudad.
Por tanto, la pérdida de contacto con lo real, lo tangible, lo humano, se ha llevado a otra escala, haciéndolo más incontrolable.
Con el tiempo, en las grandes ciudades encontramos que la vivienda se reduce al conjunto de actividades que únicamente se pueden realizar en el hogar, como en occidente se puede entender que es dormir y la higiene íntima. El comer y el relacionarse con otras personas se puede llevar a cabo en cualquier lugar de la ciudad. En las grandes ciudades de Europa y sobretodo en Asia, encontramos que la ciudad incorpora equipamientos suficientes para que el hogar se convierta únicamente en el lugar donde están tus cosas. Y teniendo en cuenta que todo lo que necesitamos se puede encontrar en un ordenador, las situaciones en las que es necesario ir a casa disminuyen.

Dado que para toda situación aparece un intermediador electrónico, la relación persona-ciudad se posiciona en un espacio virtual, frio, convirtiendo a las personas en máquinas, con un objetivo y un racionamiento concreto.

Mi posicionamiento ante esta situación, es que todo ciudadano necesita retomar la relación cuerpo a cuerpo con la ciudad, y así con el resto de ciudadanos y consigo mismos. María, como arquitecta, tiene que ser más consciente que la mayoría de personas de esta situación. Necesita entenderla y a la vez poder superar algunos de los puntos.
Si tiene o no que cambiar esta situación que está desarrollándose, es un punto de controversia que me interesa y frente al cual me posiciono para desarrollar el proyecto.
Me interesa para este “encargo” la arquitectura que incorpore la ciudad en el propio programa de la casa, de modo que no sea únicamente un instrumento que utiliza, ya que lo necesita y lo debe cuidar. Este punto incorpora una componente económica importante, pues se podría entender que el dinero que ahora te ahorras en la ampliación de la cocina, por ejemplo, ya que comes fuera todos los días, podría ser dinero no únicamente invertido en lo que pagas por esa comida, que ya tiene un precio incrementado respecto a lo que pagarías por la comida en el mercado, sino también invertido en mejorar ese restaurante, o ese parque en el que comes el menú para llevar.

Tratando de la misma manera las alusiones teóricas y de la praxis de las ciudades, tanto como el desarrollo sin pausa de estas y la búsqueda de una solución para el problema que planteo, me gustaría llegar a crear un espacio de no-ciudad que tenga como marco o fondo la ciudad. A lo largo de mi aprendizaje en la escuela de arquitectura a menudo me he visto tentada a dejarme llevar por la lírica y las palabras complejas que nadie entiende. Me causó especial interés el artículo publicado en La ciudad viva, El lenguaje de los arquitectos; e interesándome más por el tema llegué a la conclusión de que si realmente la arquitectura es para las personas, debería ser explicada por personas y para personas, no por máquinas que tratan de hacer las palabras más largas para complejizar la ecuación, pues como dijo el amado Mies, algunas veces less is more. En el blog de Stepien y Barno explican este fenómeno de la siguiente manera: El filósofo Daniel Innerarity en un congreso celebrado, hace tiempo, en Vitoria afirmaba que “los filósofos cogen la realidad que todo el mundo entiende y la complican de tal forma que cuando la vuelven a contar nadie sabe de lo que están hablando”. Pues con algunos arquitectos, quizás ocurra algo muy parecido. A muchos, les encanta hablar de metalenguajes y de hibridaciones de la complejidad post estructuralista.”

A este respecto encuentro inspiración en el trabajo de Toyo Ito en el Pao, de Archigram en el Suitaloon, y de Andrés Jaque en la techno-geisha. En mi día a día mediante los objetos analógicos encuentro una relación más cercana objeto-persona. Entendiendo analógico como lo no-tecnologico.

Entiendo, por tanto, que María necesita un lugar de relación, un espacio que reúna estos objetos/ sensaciones/ hábitos analógicos que no se pueden ni podrán reemplazarse por la tecnología.

¿Será un lugar de disfrute de las cosas analógicas?  



Me planteo como reto programático encontrar qué puntos de la vida son sustituibles por la tecnología y cuáles no, para terminar, con suerte, creando un objeto de diseño o espacio o lugar de relación, donde encontrar lo analógico irremplazable.